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FLOR DE AZUCENA 161 Jesús tanto tiempo esperado; lanzarse hacia él con aquel ímpetu de cariñosa entrega propio de su ardiente corazón, y de pronto verse rechazada del Amado... Tal se le antojó seguramente, aquel acontecimiento que le Menó de pena para toda la vida. Sin embargo, siguiendo su caminito podía re- petir abandonada a la voluntad de Dios. En tus manos me abandono, ház cuanto quieras de mi para que así, Jesús mío, sólo sea para ti. ¿Cómo se resolvió Margarita a dar aquel paso de ingresar en el Instituto de María Repara- dora?... Desde que en 1907 inauguramos en Vigo la obra de los Jueves Eucarísticos con la aprobación del Hustrísimo Obispo de Tuy, se empapó el es- píritu de Margarita en estas dos ideas: amor y reparación. Eran el ideal de la obra de la que fué primera secretaria, como fué su madre la prime- ra presidenta. Nuestro cariño a esta sublime creación nos lle- varía a hablar largamente de ella con ocasión de este trabajo, porque bien puede creerse que si los Jueves Eucarísticos triunfaron tan ampliamente fué merced a las oraciones y sacrificios que en su [ He 1 ES ne p il ho l ho