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! l 150 ALMA DE ORACIÓN diosadas; se ve a través del cuerpo el fuego abrasador que las consume y colgadas del cielo viven. mirando lo externo con luz de lo eterno. Margarita nos parece uno de los casos tipicos de ese paso o transición normal del modo humano de obrar, al modo sobrehumano por la acción di- recta de las gracias eminentes de los dones. Lia teología mística del abate Sandreau sobre el ac- ceso sin solución de continuidad por ley ordina- ria de lo adquirido a lo infuso, creeríamos bas- tante sensible en la oración de unión de Margari- ta María. Más, por no habernos detenido bas- tante en esta fase de su vida no nos atrevemos a afirmarlo en absoluto. No obstante, en la cuestión citada en que los teólogos místicos contienden, con razones de am- bas partes, la diferencia específica entre la as- cética y mística, nosotros hemos defendido la afirmativa, admitiendo también como resultado de este criterio dos contemplaciones: la adquirida y la infusa... cosa que niegan el abate Sandreau y Sus secuaces... Detenernos en dar una explicación a este res- pecto sería un solaz de nuestro espiritu enamo- rado de todo lo que suponga introspección de asuntos místicos. Acaba de morir en estos días el