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FLOR DE AZUCENA 145 mente eucarística como veremos. Por eso su ora- ción de los jueves desde que aprendió el mérito de este día era ternisima... “Señor, inflímame en tu llama eucarística, re petía, que yo sea como un cirio que se consume delante de tu altar.” Un día me sorprendió con esta pregunta: ¿Por qué cuanto nrás se llega a ver lo incomprensible, menos se comprende ? Aquello me hizo sospechar que tenía delante un alma mística sim parecerlo... Entendí que aquella consultilla era de médula sobrenatu- ral y que suelen experimentar las almas en el es- tado pasivo, generalmente. Propio es de las almas místicas tener en la contemplación unas noticias amorosas generales y confusas. Cuanto más de cerca miran los misterios divinos, se llenan de una llama amorosa y confusa como si las envol- viera una nube luminosa y obscura... compren- den mejor lo incomprensible del misterio... Cuanto más afinan su contemplación, más clara, ven la obscuridad de Dios... Pero en aquella obscuridad cuanta luz! Según San Juan de la Cruz aquella noticia amorosa va levantando el alma, elevándola de grado en grado por la mística escala. Los grados son como estancias diferentes cuya hermosura llena de amor las almas. Como según los místicos la noticia amorosa hace su presencia en el alma cuando cesa la me-

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