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FLOR DE AZUCENA 131 dos por mi ángel de la guarda están seis blancas camisitas de pureza adornadas como toda la ro- pita con encajes y lazos blancos, rosa y azules de amor. Al lado de las camisitas están seis pañales de humildad, seis fajitas de paciencia, seis chambri- tas caridad, otras seis de abrigo de amor de Dios, seis mantillas de obediencia y un faldón de mor- tificación. La cuna es de oro de amor de Dios y su col- choncito de lana suave de conformidad. Las almohadas de confianza en Dios; las sába- nas de silencio, calentitas por la oración y per- fumadas con la esencia del buen ejemplo. Se entregó el 24 de diciembre a las 12 de la noche. A esta guisa era el espiritu de Margarita. Te- nía unas invenciones tan delicadas e infantiles como sublimes y expresivas... Eran cosas que reflejaban infantilidad espiritual pero que conte nían un poderoso elemento de acción virtuosa A muchos no placerá esta manera de espiritua- lidad, pero practiquese y digásenos luego si pre- supone virtud y firmeza espiritual. Cabe decir aquí “Omnis spiritus laudet Do minum”. Todas las almas buenas son hijas de Dios, pero “en una misma familia, entre hijos de un mismo padre se nota harta variedad de mati- ces temperamentales... A mi ver se resuelve el asunto en favor de esta infancia espiritual con 10