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FLOR DE AZUCENA 119 Me parece que el camino más práctico es el de la “humildad y confianza”. A mí me hace mu cho bien el caminito del amor y del abandono en Jesús. Voy siempre a caza de cariños para mi Jesús, porque pienso que es facilísimo ganarle con cariños... Una vez que se le gana, todo es para nosotros... “Mi confianza es mi ascensor y ella forma'parte de mi obra en bien de las al- mas. Con esta confianza subo a él y le pido amo res para todos... Los que no se llenan de este amor es porque están llenas de sí mismas: no son humildes, y confiadas de su valer no confían bastante en el amor de Jesús”. Solía decirme muchas veces que en las fun- ciones religiosas y en las pláticas y conversacio- nes ella tenía una gran ocupación... “Recoger flores de amor para echárselas a Jesús delante del Sagrario” A Margarita le gustaban mucho los niños por- que eran inocentes. ¡Cuántas veces. caminando por calles céntricas quedaba ella absorta mirando a estos niñitos!... Si eran bellos y lindos luego se recogía pensando que eran imágenes del Niño Dios. Correría a besarlos si miramientos debidos al recato y a su persona no se lo vedaran. Pensaba que cuando Jesús dijo en el Evange- lio: Dejad que los niños se acerquen a mí, no se referia tan sólo a los niños de poca edad sino a todas las almas de poca malicia.