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Interior de la Iglesia. Forma una Cruz latina, cuya asta mayor, de 93 metros de larga, termina con tres ábsides, semicirculares los late- rales y octogonal el del centro, bastante más profundo que los otros. Igualmente el brazo memor termina con dos áb- sides exagonales ; estos se unen con el hasta mayor por medio de cuatro sacristias que toman sus nombres de los cuatro Evangelistas, esculpidos sobre las lunetas de los portales. En el punto preciso donde se cruzan ambas astas se eleva la magestuosa Cúpula de Sangallo, que descansa apoyándose en cuatro arcos en correspondencia con la nave y los ábsides mayores, y sobre otros arcos más pequeños, en correspondencia con las cuatro sacristías sobredichas. Bajo la Cúpula, inmenso pabellón de oro y de luz y de colores, está situada la Santa Casa. El brazo mayor está dividido en tres naves, que cor- responden a las tres puertas. Las doce columnas, de base cuadrada, que tienen a sus lados cada una cuatro ligerísi- mas columnitas, sostienen los arcos y las vueltas a sexto agudo. En el fondo de la nave mayor, se encuentra el re- vestimiento externo de la Santa Casa, con la ventana y el altar mayor llamado de la Anunciación. En las naves la- terales están las doce Capillas abiertas, como se dijo, por Bramante. Entrando por la puerta principal, sobre la cual está el Organo, comenzaremos la explicación de las Capillas por la parte derecha. La primera es la Capilla Masilla, llamada así por la familia de Recanati que en unión con la -Rogati de 5. Ginesio contribuyó con sus recursos a su ornamento y de- coración. El finísimo retablo oval del altar representa la Deposición de la Cruz y abajo hay una targa donde se lee: " Deus-Homo , y sobre el tímpano la estatua del Redentor resucitado con la inscripción " Homo-Deus y. Es de notar la finura y la riqueza elegantísima del trabajo