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jas E gún hecho milagroso, una causa muy superior a aquellas que provocan la devoción de un pueblo o de una región : y este nuevo acontecimiento, esta causa debemos buscarla allí donde se encuentra, dentro de aquellas humildes paredes; aquella Casita era la misma donde el Verbo de Dios. se encarnó y se hizo hombre. Caería en el absurdo quien in- tentase explicar de otra manera la extraordinaria devoción a Loreto de las gentes todas naciones. La Santa Casa de Loreto y sus fondamentos en Nazaret. Aunque la devoción a la Santa Casa de Loreto se intensificaba más y más cada día, como veremos, desde muy luego de la Traslación; y apesar de que las milagro- sas curaciones mostraban claramente, a la vez que los docu- mentos, que aquella era la Santa Casa de Nazaret y que los milagros no eran otra cosa que sellos de la tradición; apesar de las afirmaciones de los peregrinos de Tierra Santa, los cuales, escribiendo de Nazaret afirmaban sin titubeos la traslación al Piceno; con todo, algunas almas buenas que hicieron la peregrinación a Nazaret y a Loreto, al observar en el sitio de la Anunciación una nueva Capilla construida en recuerdo de la antigua Santa Casa, y habiendo oido decir que estaba construida precisamente sobre los cimientos, que allí quedaron, de la verdadera Casa de la Ssma. Vir- gen, al observar, digo, esta Iglesita, o sea la llamada Ca- pilla del Angel, podían concebir alguna duda acerca de la realidad de la traslación. Dispuso la divina Providencia que el P. Tomás de Novara, Guardián de Monte Sión, desvaneciese toda duda comprobando la verdad. En su " Relación sobra la toma de posesion del Santuario de Nazaret , dice entre otras cosas: " Antes de mi partida para Jerusalén, quise visitar la Santa Casa de Loreto, en donde leí y supe como...... los angeles... la habían trasladado. Sin embargo.....me pa- recía imposible que una casa que había ocupado un espacio ! -] 1 l