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dl ÓS Monti (A traverso la questione lauretana, Monza 1910) y también G. Kresser (Die Waarheit úber Loreto. Graz 1926), No podemos pasar en silencio el nuevo documento transcripto en " Analecta Ordinis Carmelitarum, ¡ 16 de Enero de 1918 bajo el título " Fundatio conventus weinheim et S. Domus Lauretana ¡y Se trata de una Bula Pontifi- cia, de autenticidad indiscutible, dada en Avignón el 18 de Julio 1310, el año sexto del Pontificado de Clemente V. En ella el Pontífice concede al General de los Car- melitas facultad para edificar nuevas Iglesia en Alemania utilizando la donación de bienes hecha por el noble ca- ballero alemán Carlo Luis de Schevenden, en favor de los Carmelitas. La donación se hizo en cumplimento de un voto hecho por Schevenden ante ta milagrosa Vir- gen de Loreto; *" coram miraculosa Lauretana Diva Virgine Maria. y El documento, como nadie podrá negar, es de una im- portancia extraordinaria, teniendo en cuenta que se remonta a solo diez y seis años despues de la Traslación de la Santa Casa. Es cierto que en esta Bula solo indirectamente se menciona la Santa Casa, pero nos demuestra evidentemente que su devoción se había ya divulgado y extendido hasta Alemania. Ahora bien, este culto a la Virgen de Loreto, la ve- nida de una peregrinación alemana en el año 1310, diezi- seis años después de la Traslación, nos dicen claramente que en la Iglesita de Loreto había algo más que cuatro paredes ordinarias y una estatua de madera. La multitud de peregrinaciones que afluían de las naciones más apartadas de Europa, los múltiples Ex-votos (1) y valiosísimas ofertas y regalos a esta pequeña Iglesia, escondida en el término de Recanati, nunca jamás nombrada mi conocida hasta el 1294, todo ello hace suponer un acontecimiento nuevo, al- (1) Vease Vogel Il - 76--77. Se trata de un processo político-religioso en el cual fueron condenados algunos Gibelinos de Recanati que en 1313 sa- quearon el pequeño Santuario de Loreto, robando los ex-votos, metales pre- ciosos y dinero.