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Mucho antes que Focas, Belardo de Ascoli, que visitó la Tierra Santa por los años 1112 a 1121, observó e hizo notar las dos partes de la Santa Casa, o sea el lugar de la Anunciación y la pequeña alcoba, derteminando las medi- das de una y otra. " La habitación de la Virgen, escribe, en la cual la visitó el Angel, fué una cueva situada a un extremo de la ciudad ¡. La llama cueva o cripta porque estaba bajo el pavimento de la Pasílica, Pero, continúa, en la parte oriental no estaba hecha con piedras, sino cavada en la roca, como unos cuatro pasos a lo largo y a lo ancho ;. La primera es la Casa de la Anunciación ; la segunda el cuartito oscuro de Focas. Algunos años antes que Focas, hacia el 1165, el pia- doso peregrino Juan de Wiirzburg, después de haber afir- mado que María, según S. Jerónimo, habiá nacido en la ciudad de Nazaret y " precisamente en la misma habita- ción donde al recibir la embajada del Angel concibió del Espírito Santo, ¡ añade: " y esta habitación se muestra todavía en lugar muy distinguido, como yo personalmente he podido ver y observar. (Migne v. 155. C. 1057-58). S. Francisco de Asís. No podemos pasar por obra la visita que el amable santo de Asís hizo a la Santa Casa de María, en la primavera del 1220: visita admitida por la mayor parte de los histo- riadores y evidentemente demostrada por il P. Golubovich. S. Francisco había seguido al ejército de los Cruzados a Egipto para realizar su sueño de llevar el Evangelio a los infieles. Las armas cristianas hacía ya algún tiempo asediaban desesperadamente a Damieta. " El 5 de No- viembre (de 1219) escribe un ilustre autor eruditísimo en cosas franciscanas, (1) cayó Damieta ; y comenzó un saqueo tan feroz y salvage que debió llenar de horror el alma del (1) Joergensen « Vida de S, Francisco » pag. 424, Palermo Libreria In- ternacional 1910,

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