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AAA FF A PP uo ie La antigua decoración. Antes del 1797 el nicho era de lapislazuli con ador- nos de oro -y ante la Estatua de la Virgen ardían lámparas de oro y de plata maciza: formaban como una corona a la Virgen 12 ángeles de oro y todo el fondo de la pared era una lámina de plata. Toda esta riqueza, así como todos los objetos de valor conservandos en la sala del Tesoro, en las Sacristias, en la Basílica y en el Palacio Apostólico, se lo llevaron los Co- misarios de Napoleon l. Ni siquiera se libró de su codicia rapiña la Estatua de la Virgen que se la llevaron a París y la expusieron como objeto de arte oriental antiguo en el museo de Louvre. Consiguió rescatarla y devolverla a Loreto el Papa Pio VII, después de coronarla con sus proprias manos. El incendio. Aunque dolorosísimo, es necesario recordar esta página triste de liado de: Loreto, no solo como un aconteci- miento que se registra en la historia, sino además y prin- cipalmente para e las cosas en su punto y confutar la a (que comenzó a divulgarse, no sabemos si de buena fé o con dañada intención), según la cual el incendio ocu- rrido dentro de la Santa Casa en la noche del 22 al 23 de Febrero de 1921 destruyó completamente las paredes y cuanto en ellas había. Esto no es verdad: La Santa Casa quedó intacta. El incendio destruyó la veneranda Estatua de la Virgen y fundió todo el ornato del llamado Sacro Camino: lo que constituye la Esencia del Santuario de Loreto son las Santas Parades de la Casa donde el Verbo de Dios se hizo carne y estas no permitió la Divina Providencia que sufriesen el más mínimo deterioro.