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cual está completamente separado de la Santa Casa es decir, de las paredes transportadas a Loreto por los ángeles. La ventana abierta al poniente ha sufrido pequeña va- riación, porque se agrandó para que quedase en el centro. Sobre la ventana hay una cruz muy antigua, de hechura riega, o sea pintada en tela y pegada a madero de cedro. E cruz vino juntamente con la Santa Casa y en un prin- cipio sirvió en el retablo del altar. Próximo a la antigua puerta hay un armario que se cree ha existido siempre. En él se conservan dos escudillas de loza barnizada de esmalte muy vivo y de estilo marca- damente moresco; cree la tradición que pertenecían a la Sagrada Familia. Hay también en el armario una carta de Mons. Suárez, Obispo de Coimbra, el cual se vió obligado a devolver una piedrecita de la Santa Casa, aunque la había obtenido con permiso especial del Papa Pio 111. Solamente después de hecha la restitución logró recobrar la salud. Dicha piedra se encuentra en la pared de la derecha, se- ñalada con una barrita de hierro. Igualmente, de frente al armario, en lo alto de la pa- red, se vé una bala de cañón, testimonio del milagro ocurrido al pontífice Julio 11, cuando en el asedio de la Mirándola, cayó la bomba a los piés del pontífise, dentro de su tienda, sin hacerle daño alguno. Debajo del actual altar está la piedra del altar primi- tivo, que se puede ver perfectamente a traves del enverjado de hierro que lo defiende. La división de la Santa Casa en dos partes se hizo en la época de la gran decoración, cuando el altar, que en un principio estaba adosado a la pared del mediodia, lo trasladaron al centro: la parte más pequeña se llama comun- mente " Santo Camino y. Las paredes conservan aún su simplicidad natural y todavía se distinguen en ellas restos de pinturas anti- guas.