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pS RE han sido víctimas reyes, presidentes de re- pública y políticos célebres, muertos en ma- nos de sus protegidos ó discípulos. Es autor además el Liberalismo de innu- merables latrocinios y dilapidaciones, sacrí- legas muchas de ellas por ser bienes pertene- cientes á la Iglesia y al culto divino. Figura en primer lugar el despojo inicuo de los Es- tados del Sumo Pontífice, llevado á cabo por un Gobierno liberal y aprobado después por todos los demás. El Liberalismo fué quién saqueó los templos del Señor y los convirtió en cuadras ó cuarteles, y se apoderó del oro y de la plata de las Iglesias, utilizándolos pa- ra adornar sus salones. El fué quién seincautó en Francia y en Portugal de todos los bienes de las Ordenes religiosas, y quien, despues de robarlos, sacó á pública subasta los bienes de los religiosos de España, expulsando á estos de la nación, y privando á miles de familias que vivían á la sombra del Convento del pan para el cuer- po y de innumerables ventajas morales é in- telectuales para el espíritu. Tampoco llega á producir grandes escrúpulos en el Liberalis- mo la idea de propiedad tratándose de rela- ciones internacionales. Observe V. sinó, có- mo, poniendo en práctica lo que hoy se lla- ma el derecho del más fuerte, naciones que se llaman civilizadas se apoderan de ricas posesiones pertenecientes á otros pueblos, con la misma frescura con que un indio de las Américas robaría á otro los cachivaches que conserva en su choza, por la sola razón