BCCPAM000R08-5-41000000000000

Dad a nd in a lo A A A ] $ hol Ep Ñ Dei ii E A E AA E ROT ll at 2 O es cierto que de hecho la ha destruido ente- ramente con sus doctrinas, porque, desterran- do á Dios de la sociedad, ha cegado la fuen- te de la autoridad, viéndose obligado á sus- tituir la fuerza moral con la fuerza material. Este fenómeno histórico que tenemos á la vista ha sido traido al mundo por las mismas leyes de la lógica. A medida que las ideas religiosas se van, los ejércitos vienen, porque la humanidád, debil como es, tiene el orgu- llo suficiente para no arrodillarse expontá- neamente más que delante de su Criador. Por eso, desde el momento en que le vió desa- parecer de la cumbre del Estado, ocupada por el Liberalismo, no hay quién le arranque un acto de obediencia, si detrás de la ley no ve la silueta de la fuerza armada. El Liberalismo es el autor de una legisla- ción completa destinada á oprimir á la Iglesia Católica y matar la fé de los pueblos. Obser- vando una habilísima graduación, y una cons- tancia digna de mejor causa, comenzó por to- lerar las ideas irreligiosas, fingiendo necesi- dades nacidas del concierto de las nacio- nes europeas y de los progresos del si- glo; convirtióse luego la tolerancia en po- sitiva protección, equiparando la Religión Católica con la herejía, y acabó por entablar contra la verdad del Cristian smo una perse- +

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz