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— 39 - que no las tenga? Están sujetos á una ley la voluntad, la memoria, Ja fantasía, los senti- dos, el mismo cuerpo del hombre; viven ba- jo una ley los animales y las plantas; á leyes fijas é invariables obedece el movimiento ge- neral de los planetas, el fuego de los volca- nes, el huracán en su carrera, el curso de la luz, del calor ó de la electricidad, el flujo y reilujo de los mares, las perturbaciones at- mosféricas, los estremecimientos del globo, en una palabra, toda la creación material con todos sus átomos y fenómenos, y toda la creación espiritual con sus ideas, sentimien- tos, odios y amores están sujetos á leyes in- numerables, leyes físicas para el mundo físi- co y leyes morales para el mundo moral. ¿Y hemos de suponer que el entendimiento del hombre, esa potencia nobilísima por la cual principalment:: es imagen viva de su Hacedor y rey de la naturaleza, no tenga ley alguna, siendo como astro perdido en los espacios sin órbita, ni luz, ni movimiento fijo? Es im- posible. No podemos creer que siendo esa facultad uno de los elementos que integran la observancia Ó violación del orden moral no tenga ciertas leyes que reguien sus evolu- ciones inmateriales. ¿Qué leyes son estas? He ahí la segunda cuestión que puede proponerse. Es cierto que está sujeto 4 leyes que po- dríamos llamar metafísicas. Hay ciertas ver- dades que percibe intuitivamente y las afirma con tal energía que todos los esfuerzos, de la voluntad son impotentes para hacerle decir lo contrario «El todo es mayor que la parte.»