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— 9 — que la idea de sociedad, tal como Dios la instituyó y la explica la filosofía, queda en nuestra mente como un concepto puramente teórico, cuya realización ha desaparecido ha- ce mucho tiempo del mundo clvilizado. El Estado, que debe ser la expresión de los sentimientos y aspiraciones de la sociedad, cuando esas aspiraciones y sentimientos son buenos, se halla hace un sig: completamen- te divorciado de ella. En Europa la sociedad en su inmensa mayoría es católica y el Esta- do es liberal, y con frecuencia sectario, y es- to que en el orden teórico es una monstruo- sidad, es en la práctica fuente inagotable de conmociones ponulares, tan intensas como justificadas. Bajo un régimen liberal el orden político debe hallarse, por la misma fuerza del sistema, habitual y profundamente per- turbado, El ideal del Estado es destruir. lo que el pueblo ama. ¿Cómo es posible la paz en una nación colocada en situación tan anorma! ¿Cómo ha de vivir en quietud un pueblo que se ve obligado varias veces al año á abandonar sus campos y talleres para ir á defender sus altares de los atropellos di- plomáticos, si no materisles, del Estado, que se despoja con frecuencia de su caracter de padre de sus súbditos para vestirse el uni- forme de verdugo? Y no digais que esa labor gubernamental tiende á hacer Opinión liberal, y por consi- guiente á uniformar los sentimientos y las ideas del pueblo con las de sus directores, porque, aparte lo impío de esa campaña, no se restablece, sino que se destruye el orden