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— 236 — ¿Han progresado en el orden económico? Es evidente que no; ninguno de vosotros po- dría demostrarme que la vida material se de- senvuelva hoy en condiciones más ventajo- sas que el día antes de aparecer vosotros en la historia. La razón y la experiencia prueban evidentemente lo contrario. La difusión libre de las ideas irreligiosas realizada bajo vuestra protección extingue primero la fé de los cristianos, mata después su vida moral y acaba desatando en impetuo- so torbellino innumerables y voraces con- cupiscencias, siendo el resultado final la crea- ción de mayores dificultades económicas, por- que los bienes que poseen son ya incapaces de llenar aquellos senos profundos que la religión mantenía cuidadosamente cerrados, y que una mano imprudente y criminal aca- ba de abrir. Fruto de esa misma propaganda aumenta, com” es natural, el número de funcionarios públicos sin conciencia, verdaderos explota- dores del pueblo, en cuyas arcas se infiltra gran parte de las tesoros que este pone en sus manos. Añádase á esto la desviación infame que en muchas naciones estais dando á las con- tribuciones públicas, empleándolas en pro- longar la vida artificial del Liberalismo, mons- truo horrendo que se está alimentando de la sangre y de las lágrimas de las naciones ca- tólicas, obligadas á pagar á peso de oro la existencia y el funcionamiento de la herejía en sus propios paises. Toda nación semetida á un régimen libe-