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— 215 — relación á las costumbres produce su revolu- ción especial cuando se lleva á la práctica. Si el circulo en que se desarrolla es el hogar, será una revolución doméstica, si es una na- ción será una revolución nacional. Tan exacta es esta afirmación filosófica, que en un mismo individuo, por su caracter compuesto, suelen oirse los gritos de esa re- volución, cuando llega á separarse de una verdad moral, practicando actos que no es- tán conformes con ella. Y claro está, que esa revolución será tanto más intensa y extensa, cuanto el error que la cause es mas profun- do, más radical, más universal; porque revo- lución, en el sentido en que aquí tomamos esta palabra, no es sino un movimiento con- tra el orden producido por una idea falsa. Luego el Liberalismo que, proclamando la in- dependencia del pensamiento, contiene vir- tualmente todos los errores, contiene la esen- cia de todas las revoluciones. La conclusión es sangrienta, pero dudo que ofrezcan nada más exacto los teoremas del Algebra. Es más. Así como para dar á entender la condición transcendental del Ser divino, deci- mos que «Dios es el ser», porque ni en en el ser convienen las criaturas con su Criador, más que de un modo análogo; del mismo mo- do, siendo el Liberalismo, mejor que un error particular de la razón, una sublevación gene- ral de esa potencia, hablaremos con bastante exactitud, diciendo que el Liberalismo es el error y la revolución que producirá en su día será la Revolución. La revolución propia del Liberalismo debe