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— 208 — tinas que fueron la cuna del L'“beralismo y son el campo principal del combate? Los ene- migos de la Religión podrán creer lo que quieran; para mí es indudable que, si en el morniento en que yo pronuncio estas pala- bras, se emprendiese una campaña de pro- paganda sincerz, explicando minuciosamente á cada hijo de las naciones latinas qué es el Liberalismo y qué es el Catolicismo, y cuá- les son los frutos de uno y otro para el tiem- po y para la eternidad, é inmediatamente se procediese á una votación, estando seguro cada uno de los votantes de no ser perjudi- cado jamás en sus aspiraciones é intereses cualquiera que fuese el candidato por él ele- gido, á las veinticuatro horas sería católica la inmensa mayoría de los representantes de la nación en Francia, en Italia y en el mismo Portugal; y en cuanto á la nación española, dudo que pasase de una docena el número de los diputados liberales. Este es el resultado que se obtendría, si por una vez siquiera dejase de ser el ejerci- cio del sufragio universal la gran farsa del mundo civilizado. Muchos de nuestros ene- migos lo creen así. «La inmensa mayoría del pueblo español es católica», dicen los libera- les de España; que es lo mismo que decir: de somos nosotros la representación del ais».