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— 194 — Dios comunica sus mandatos por medio de los'representantes de su autoridad. ¿Le parece á V. que recibe poca gloria Dios nuestro Se- ñor, cuando más de doscientos millones de católicos cambian de curso, se paran, avan- zan ó retroceden solamente porque otro ca- tólico, llamado Pío, León ó Gregorio les diga en nombre de Dios: <¡Paraos, avanzad, ó re- troceded!», mucho más teniendo en cuenta que no siempre se ven las razones de esos distintos movimientos? Aprendamos á mirar las cosas con espíritu de fé. Luchemos obedeciendo, porque asi Dios bendecirá nuestros trabajos, y -la victo- ria inmediata será más segura, y además por- que, en realidad, el que obedece ya ha venci- do. El hombre que hace la voluntad de Dios manifestada en la de sus superiores, ha cum- plido con su deber; porque para hacer la vo- luntad de Dios ha nacido. (1) (1) Los católicos españoles, a 103 cuales me cabe la honra de estar ligado con dos vínculos sagrados, la 16 y el amor, hallarán en las No-mas que han re- cibido recientemente de S. S. Pio X un programa completo de acción p»lítico-religiosa. A ellas deben atenerse, si quisren cumplir con lo que deben á Dios y á su patria. De propósito me abstengo de entrar en ciertos pormenores relacionados con esa batalla (grandiosa por su fin y por los sacrificios que impone) que están dando los católicos de este ilustre pueblo á sus enemigos los liberales. Esto comunicaría á mi libro cierto sabor exclusivamente nacional que en el pre- sente caso, por razones que no son de este lugar, quiero evitar á todo trance. Al tomar la pluma para escribir estas páginas no pensaba más que en Dios, en el mundo civilizado y en el Liberalismo, ó sea en

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