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— 179 — todo con liberales propiamente tales, que suelen llamarse doctrinarios. Varias causas, sin embargo, pueden justifi- car el trato con ellos. 1” La existencia de relaciones naturales. Así, puede un hijo tratar con su padre libe- ral; y una mujer consu marido, aunque sea liberal, y los herm*nos entre sí, aunque algu- no de ellos se halle contagiado de Libera- lismo. 2.* El procurar un bien material ó espiri- tual á los mismos liberales. Así, puede un ca- tólico tratar con un liberal, para convencerle de su error, para darle un consejo, para de- fenderle en un pleito ó para sacarle airoso en un negocio dificil. 3." La consecución de un bien material ó espirituai para el mismo católico. Es lícito, según esto, celebrar con ellos contratos, en- tablar relaciones comerciales 6 mercantiles, con todas las consecuencias necesarias de corresp ndencias, visitas, recomendaciones, etcétera. 4.? El procurar un bien material ó espiri- tual para otros. Es permitido, según esto, á un diputido católico el alternar cor los mi- nistros y diputados liberales, para conseguir un beneficio tempora: en favor de sus con- ciudadanos votantes; y no solo permitido, sino obligatorio el tratar con ellos para impe- dir que llegue á ser ley un proyecto funesto para los intereses de la Iglesia. Por la misma razón puede el Sumo Pontí- fice entenderse con los Gobiernos liberales, como padre espiritual que es de la gran fa-