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R. P. Mariano Plana. Mi respetadísimo y querido amigo: He leído detenidamente su Selección de cantos religiosos populares, que me han recordado un librito titulado «Las cien mejores poesías de la Lírica Española»; en esta obra quiso con- densar el insigne Menéndez y Pelayo lo que a su juicio era como la crema de la muy rica y variada poesía española. Una cosa parecida ha querido usted hacer en el género de música religiosa popular, y, créame P. Plana, que ha acertado. Le felicito cordialmente por su trabajo y le ruego me considere como suscritor, prometiéndole propagar su libro entre mis discipulos y amigos por considerarlo de gran utilidad práctica. Le saluda su afímo. servidor y amigo q. b. s. m., Luis Sr Organista de la Parroquia de San Vicente de Sebastián. R. P. Plana. Mi muy querido amigo: Sólo un hombre de tesón y constancia como usted ha podido realizar una obra de tanta utilidad, que yo recomendaría como texto oficial para todas las Parroquias y Centros Religiosos y en particu- lar para uso de los Misioneros, ya que los cantos enseñados por los mismos en las misiones, son los que perduran en el pueblo. Cordialmente le felicita y abraza su amigo y capellán, Norberto Almandoz, Organista de la Catedral de Sevilla. Ban Sebastián, 6 de noviembre de 1928. R, P. Mariano Plana. Presente. Carisimo y cordial amigo: q y y claridad quiero que reflejen estas líneas vE le dirijo para felicitarle por la publicación de su inapre- ciable obra Selección de cantos religiosos populares. Si no hubiese tenido la suerte de conocerlo muy de cerca, hubiese podide atribuir la publicación de su obra a causas completamente distintas a aquellas que le han impulsado a tan noble y generosa labor. Su espírita inquieto y batallador no es de los que se resignan a la inacción fatal que tantos estragos va causando; no, el espíritu del P. Mariano hechoa disci- plinas y luchas que constantemente le preocupan, sentía una necesidad, la de hacer algo útil y práctico, y nada más conforme con esos impulsos y su sensibilidad artística y delicada, como la publicación de su hermosisima obra, fruto admirable de una constancia y laboriosidad por largo tiempo demostrada. Es su obra, carísimo amigo, una de aquellas cuya bondad no se conocerá más que por aquellos organistas celosos de su deber, cuya alma debe estar saturada de esa fragancia suave, que exbala de la mús! esencialmente religiosa y litúrgica. Y nada digo respecto al valor de cada uno de los cantos porque ya lo dice todo el título de su obra: Selección de cantos religiosos..., es decir, todo lo más selecto que hasta ahora se ha escrito, Y sia esto añadimos que todo, todo ha pasado por el tamiz finísimo del P. Donosti, cuya recia com- plexión artística todos conocemos y admiramos, está dicho todo. Permítame, mi buen Padre, que antes de terminar exprese el alborozo que he experimentado al ver en su Selección nada menos que ciento cin- cuenta cantos con texto euskérico, la SS por no decir todos, de un aroma delicado y popular. Nada me extraña ese acto del P. Plana, que ha querido demostrar así el cariño que profesa a nnestro pais, donde ha convivido durante largos años. Ea, pues, P. Mariano, que el éxito sea rotundo que bien se lo merece quien tanto se ha sacrificado por la causa nobilísima de depurar el canto religioso popular. Cuente siempre con el sincero afecto de su buen amigo que reverente- mente besa su mano, ; José Olaizola. Organista de Santa María.

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