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CONDENSADORES 19 producida por el golpe ha sido muy pequeña; sin embargo, se ha propagado progresivamente hasta la otra cara del muro. No tenemos medio para me- dirla; sólo nuestro oído es un instrumento suficien- temente delicado para descubrirla. De que la pro- pagación del sonido se hace de la misma manera en cuerpos cada vez menos elásticos, deducimos que lo mismo sucede en todos los casos, y el oído viene a ser para nosotros un medio de apreciar las deforma- ciones insensibles a la vista. Condensadores.—Basándonos en la observación que se acaba de hacer, y sobre lo que la experiencia nos enseña, que la capacidad de un conductor es muy pequeña, admitiremos que la masa que lo rodea no se deforma sino muy poco. Pero esta deforma- ción no es pequeña sino por consecuencia del gran espesor de esta masa. Si, al contrario, esta masa fuese delgada, se deformaría mucho por efecto de la misma acción. Ocurre como si colocamos un peso de un gramo sobre una barra de hierro de algunos cen- tímetros de espesor, descansando sus extremos sobre dos apoyos, en cuyo caso no tendremos deformación apreciable; pero coloquemos el mismo peso sobre una lámina de la misma longitud y anchura, pero llamado límite de elasticidad. La elasticidad es la propiedad de los cuerpos de volver a recobrar su forma primitiva cuando cesa la fuerza o causa que los haya deformado. En el sentido corriente de la palabra se entiende por cuerpos elásticos los que pueden soportar grandes deformaciones antes de llegar a su límite de elasticidad.