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ALFABETO MORSE 191 y así sucesivamente, hasta llegar a transmitirlas todas con soltura. Todo es cuestión de tener pacien- cia unos pocos días. Hecho esto, puede procederse a recibir, por ejem- plo, radiogramas de la torre Eiffel, que a ciertas horas transmite con alguna lentitud, aunque al prin- cipiante todo le parecerá rápido. La mayor dificultad la encontrará en seguir al oído las señales de cada letra mientras en escritura ordinaria traslade al papel la letra anterior. Tomando como base la duración de un punto (.), la raya durará como tres puntos; el espacio entre un signo y otro de la misma letra, dura como un punto; el espacio entre dos letras de una misma palabra, dura como una raya; el espacio entre palabra y pa- labra, dura como cinco puntos, El aprendizaje es algo menos pesado si lo hacen entre dos; mientras uno transmite, otro recibe escri- biendo, alternando ambos en la transmisión y re- cepción. Otro medio para aprender uno mismo a recibir las señales radiotelegráficas consiste en disponer una*cinta en la que estén perforados los signos, ope- ración que se puede hacer con la ayuda de dos cin- celes. Nosotros nos servimos de uno de dos milíme- tros para hacer la perforación de los puntos, y de otro de seis milímetros para las rayas, disponiendo las señales con sus distancias respectivas, según sea la separación entre signo y signo de una misma