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CAPÍTULO IX Más incidentes del combate Toque de alarma en Carcasona.—Regimientos asaltando una Parroquia.—Un zapatero enemigo de los descalzos.—Ante el fusil y bajo el palo.—El cazador de osos. Como Jesucristo, su maestro, y como la Iglesia, de quien es soldado, el varón apostólico ha de experi- mentar necesariamente pruebas, dificultades y amar- gos sufrimientos. Luchando de continuo sobre el campo de batalla, ¿qué extraño es que reciba golpes y sufra decepciones? La historia nos dice que los más grandes Apóstoles han sido los que mayores contra- dicciones han tenido que sufrir, y no es por lo tanto aventurado afirmar que el apostolado que sólo conozca el triunfo, no será nunca tan fructuoso como el que padece y sufre. Sigamos, pues, sin perder de vista a nuestro vale- roso luchador, sobre nuevos campos de batalla, entre mil dificultades y peligros, y notemos la prudente y a veces disimulada estrategia con que presenta la bata- 9,—P. MARÍA - ANTONIO