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AA O A a e ne e e ON o al > peo ee epa E rro amd wo A A A A AA ” y Desde la altura del campanario se ve su casa junto a un membrillo. Se la conoce en el vecindario por “la viejita del canastillo.” Apenas oye por la mañana que en el Santuario tocan a misa, con su canasto la buena anciana hacia Pompeya sale de prisa. Y allí, escondida en un rinconcito, donde ninguno la pueda ver, deja el canasto y de hito en hito mira a la Virgen de su querer. Con sus dos manos, flacas, nerviosas, le tira un beso de enamorada: luego se inclina; con las baldosas junta su frente y ora postrada. 70