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38 Nos aseguraron que tanto guaques como huitotos son antropófagos; se comen á los prisioneros que hacen en sns guerras. Viven completamente desnudos, cam– biando de habitaciones, según las necesidades ó como– didad, y se van en tiempo de huevos de tortuga (Ene– ro, Noviembre y Diciembre) á las playas de los ríos Ca– quetá y Putumayo. Dos guaqnes y huitotos bautizados por nosotros se nos presentaron vestidos. Los comerciantes comienzan á introducirse poco á poco entre los guaques y hnitotos, tomando ciertas pre– cauciones y costándoles caro algunas veces. }frente la casa que en Sencella habitábamos está la desembocadura del río de este nombre, que mirado desde donde nos hospedamos parecía un arroyo, siendo un río de tantas aguas que puede navegarse diez ó do– ce días. Por él se pasa del •Caquetá al Putumayo, nave– gando unos diez días, en dóyo trecho se encuentran so– las dos casas de indios corregnages; se deja después el río y en dos días por tierra se llega fácilmente al Pu– tumayo. Entrando por el Sencella se ve un terreno elevado sobre los dos ríos Caquetá y Sencella, muy á propósito para fondar un pueblo. Al día siguiente conseguimos emprender la marcha á las seis en punto. El tiempo favorable y el cielo cu– bierto de nubes nos proporcionó el g·nsto de bog·ar tam– bien los dos Padres, siendo siete los bogas que movía– mos el canalete, remando todos á un tiempo. El día 18 de Septiembre abordamos en la playa del Caquetá, el punto más distante á que hemos llegado en nuestra excursión. Según los informes que habíamos tomado, necesitít-

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