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obels Consideracion para el dia 9.° «Maria consuelo del cristiano en la muerte.» Sélo el que persevera hasta el fin se salva: dura parece esta verdad... son tantos los escollos que rodean la naveci- lla de nuestra alma, cuando estamos en gracia, que sdlo la omnipotencia de Dios, sosteniendo el débil € inséguro remo de la humana voluntad, puede hacernos sor- tear los peligros y escapar del naufragio. Pero cuando se acerca la hora de arri- bar al puerto de salvacidén, la tempestad arrecia, se obscurece el horizonte 4 nues- tra vista, y el infernal tumulto de pasio- nes y espiritus malignos levanta olas in- mensas de turbaciones y temores, de so- bresaltos y congojas, que ponen al alma’ en mas estrecha agonia, que la que sufre su-cuerpo: es la hora decisiva de unirse A Dios 6 separarse de El para toda la eternidad. Entonces con mayor celo acu- de la Madre de Dios al socorro de sus hijos: su Nombre bendito, pronunciado por la voz apagada del moribundo en- dulza la amargura de la muerte, ahuyen- ta los demonios é infunde segura con- fianza: y cuando el alma deja su cuerpo,