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<li del lado por donde se le huyé su pobre hijo, sélo se desvia de él para mirar con mirada de amor 4 Jestis, y pedirle mise- ricordia para quien por su mediacién la implora. Sonahnne or lo tanto nuestra vista en Maria; en Ella encontraremos la Imagen de Dios, que perdimos en nuestros criminales desvios, imitemos sus virtudes y ellas imprimiran en nuestra alma la semejanza con Jesucristo: y, si por dicha nuestra, hemos conservado pura la vestidura de la gracia que reci- bimos en el Santo Bautismo, y aspiramos a mayor semejanza con el modelo de predestinados, no apartemos tampoco nuestras miradas de esa alta cumbre de santidad y justicia, de la Madre gloriosa del que es la Santidad por esencia. Si asi lo hacemos Maria nos reconoceraé por hijos suyos, si no lo hacemos, si nuestra devocion 4 Maria es sélo un sentimenta- lismo estéril, Marfa se desdefiara de mi- rarnos, ni podremos ser amados de la Madre teniendo la voluntad obstinada en perseguir y crucificar al Hijo. Pidamosle ahora la gracia de poder imitarla, con la siguiente ORACION, Cuando yo os contemplo, Virgen pu-