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pe | SE Dios, honra vuestra y bien de nuestra alma. Amén. Consideracion para et diad.” «Maria modelo del cristiano.» Toda la grandeza y superioridad del hombre, trae su origen de la imagen so- berana de Dios, que al nacer trae en su ser grabada; Dios imprimi6 su divino se- llo en su obra predilecta para demos- trarle su predileccién y para que las criaturas inferiores le rindieran pleito homenaje. Y el hombre, necio é insensa- to, mancha y obscurece ese sello de no- bleza con sus pecados, escupiendo mismo tiempo al rostro de su Padre _blas6n que lo ennoblece: para reme - tanto mal y devolver 4 su alma la lim- pieza que necesita para poder de nuevo recibir la Imagen del Creador, debe el peer llorar lagrimas de arreperitimien- wig Biogas las lagrimas en sus ojos, mirar ito en hito la Imagen esencial y vi- ee de Dios, a su Verba Eterno en- carnado, y esforzarse por imitar sus perfecciones divinas, sus divinos senti- mientos y sus obras, para ser reconocido entre los hijos adoptivos or la semejan- za con el hijo natural, Mas.:. :quién se