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= SB honra de su Creador. De aqui el grito desesperante y desgarrador que sale del pecho del culpable: “Montes caed sobre nosotros y separadnos de la vista del Omnipotente. jAy! no los montes sino el invulnera- ble manto de Maria nos puede defender de la pesada mano de un Dios airado. Leemos en la historia que los Reyes con- cedian a ciertos pueblos 6 lugares el rivilegio del refugio en los que el,mal- beaker se libraba de las manos de la jus- ticia aunque fueran terribles sus crime- nes: Maria es esta ciudad de refugio Maria es templo inviolable, Madre del Dios ofendido que cobija bajo su manto las fieras y ser pientes que desgarraron el corazén de Jestis, cuando reconoci- dos acuden 4 ella en demanda de auxilio: no repugna, no, la Virgen sin mancilla cubrir con las alas de su amor nuestras fealdades, cuando las aborrecemos, para que su Divino Hijo olvide nuestra vida criminal, desarme su enojo vengador y nos conceda el perdén. Maria es el escudo invulnerable que se opone a los dardos encendidos del Omni- potente; y cuando el Omnipotente nos contempla temblorosos y humillados lla- mando 4 Maria, cambia por su respeto los dardos de fuego en lagrimas de dolor