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— 11 Tan cierto es esto que los Santos Pa- dres afirman unánimemente que esta fe de María fué el principio de su ma- ternidad y de toda su grandeza, fide concept, fide pepe rit. Por la fe la con- cepción espiritual precedió en María a la concepción corporal del Salvador de los hombres. Así ha obrado Dios gene ralmente antes de otorgar gracias par- ticulares. Del mismo modo Jesucristo durante su vida mortal exigía la fe para verificar los milagros. A la fe profunda siguió su humildad sin límites. Luego que el ángel hubo cumplido su misión esperó la respnesta de María. Tras una pausa de augrade cimiento en la que vió reaparecer un mundo nuevo, regenerado, al par «qu los cielos entonaban himnos de triunfo sobre las almas y sobre el infierno mis mo, María, con el cuerpo inclinado ha- cia la tierra, acata la voluntad soberana de su Dios y exclama: “fíat. He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”. En aquel instante María quedó hecha Madre de Dios. La virtud del Altísimo formó de la purísi- ma sangre de la Virgen el cuerpecito de

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