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tormentos eternos de los condenados. A fin P de prevenir y evitar tan enormes desera- 7 cias. suele Dios enviar dad sus Apóstoles, A que, sedientos de almas, trabajen sin des- é canso en el cultivo de su viña. en la cose- cha de la miés que tan abundante se les ofrece. Uno de tales varones enviado por Dios, en quien se halla el ideal perfecto del e | Profeta y del Apóstol fuéSan Antonio. En él se realizaron las palabras del Señor: «Te ordené para profeta de los pueblos y puse mis palabras en tu boca. Hoy te pungo sobre los pueblos y los reinos para que arranques y destruyas y disipes y edifiques y plantes... No temas ante ellos, pues que hoy te constituyo como una ciudad firme, como una muralla de hierro y muralla de bronce contra toda la tierra, contra los reyes y los príncipes, los sacerdotes y el pueblo : (Jer. LL; Dotado de una eracia extraordinaria. de un fuego que todo lo que tocaba lo consu- mía, de un poder que subyvugaba, poseía tal conocimiento del corazón humano. tal ciencia de las Sasradas Escrituras que el

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