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a confidentes: ““Cuando la Visión desa- parece quedo como asombrada de ha- llarme aún en este mundo”. ORACIÓN PARA ESTE DÍA En vuestras divinas manos pongo, Madre mía, todos los buenos pensa- mientos, todos los afectos, todas las re- soluciones que para lo venidero hago al terminar esta novena en la cual he ad- mirado una vez más vuestra bondad sin límites viendo cómo procurais la salud espiritual y corporal de vuestros hijos en la histórica gruta de Lourdes. Ya no deseo sino ser todo vuestro. Aceptad es- te mi pobre corazón que, puesto en vuestras manos, cambiará, no lo dudo, y quedará convertido en objeto digno de Vos. Si Vos me amais, ¿cómo no os amaré yo? Si Vos velais continuamente por mí, ¿cómo no desearé yo vuestro culto y trabajaré porque otros muchos 0s conozcan y amen? Permitid que me acerque a Vos y que viva siempre al abrigo de vuestro soberano manto. Derramad vuestra ben- dición sobre mí y sobre cuantos os he- il j + ;