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69 or “errores, y se pugna valerosamente hasta obtener victoria. Basta recordar los misterios de que se compone y detener- se en la obra de la salud humana resti- turta, consumada por todo un Dios, para que luego se encienda en nosotros el amor, se confirme y aumente la es- peranza en los premios celestiales, y se avive la fe en la doctrina y en las pro- mesas de Jesucristo siguiendo su ejem- p:o y participando de sus dolores. Tantos y tales bienes redundarán en bien de nuestra alma; tanta gloria para la Virgen sin mancilla, sin olvidar que, durante el rezo del rosario, tenemos presente al Hijo de Dios, para recom- pensarnos y a la Divina Madre, para, como Abogada, interceder por nosotros y Mmerecernos gracias. Meditese y pídase la gracia que se propone conseguir en esta novena. SEPTIMA Y OCTAVA APARICIÓN 23 Y 24 DE FEBRERO Serían las dos de la tarde del día 23 de Febrero. Bernardita, después de al- morzar, se dirigió a la escuela que las