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te maravillosa que tantos consuelos da a los enfermos y afligidos. La misma Virgen os mando lavar en la fuente y beber sus aguas. Alcanzadme de esa Virgen purisima la pureza de alma y cuerpo, conservad mi alma unide a Jestis. Esa fuente me recuerda la peniten- cia, la virtud tan amada de la Virgen de Lourdes; la gracia y la unién con Jesus, teso- ros que amo vuestro corazén y los conserve con mucho cuidado hasta el momento de la muerte. Conservadlos en mi alma, no permi- tais los pierda jamas. Esto espero de vuestra poderosa intercesién, asi como la gracia que os pido en esta Novena. Amén. (Cinco Avemarias y Glorias... y las invo caciones como el dia primero). Dia séptimo jOh Santa Bernardita! jQué tristeza sintié vuestro corazén al veros rechazada cuando, en nombre de Maria, pediais fuera levantada una Capilla en la Gruta amada de Lourdes! y iqué gran consuelo experimenté vuestra alma la primera vez que celebré un Sacer- dote el Santo Sacrificio de la Misa en la bendita Gruta! jCon qué fervor y devocitn oiriais aquella Misa! jCudntas acciones de gracias no dariais a Jesis y Maria! Por aquel consuelo tan inefable, por la santa alegria que llené vuestro corazén en momento tan solemne, oid mis oraciones, consoladme, al- canzadme de Jess y Maria la gracia que 2s pido en esta Novena. Amén. (Cinco Avemarias y Glorias... y las invo- caciones como el dia primero).