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~t eee haz que yo ande!, etc., ete., esos son los gri- tos de los pobres enfermos y del pueblo todo, ante Jesiis Sacramentado. Hay alli una inmensidad de sufrimienio humano invocando al cielo o guardando un silencio amargo. A Ultima hora de la mafana y primeras horas de la tarde es el momento de los bafics en las piscinas. Con razén se ha llamado a estas piscinas «las Clinicas de lo sobrenatural». Cada in- mersi6n en aquellas aguas milagrosas dura solamente quince segundos. El agua esta fria, a 11 grados. Los enfermos se sumergen en ella ayudados de enfermeros y aquello resulta ya el primer milagro, el que en estas circunstancias no resulte perjudicial el bafio. Las curaciones milagrosas ~Cuadntos milagros se han operado en la explanada, en las piscinas o ante la Gruta? Es imposible la respuesta. Desde 1858, una lluvia de gracias y cu- raciones cayeron sobre Lourdes: el cantero Luis Bourriette, el nifio Bouhohorts, el jo- ven Enrique Busquet, el nifio Lasbaireilles, el nifio Dionisio Bouchet, Mariana Garrot, Catalina Latapie-Chouat y la anciana Maria Lanou Domenge, son inexplicablemente cu- rados. Estos son los primeros milagros. Después infinidad de ellos. En 1906, 346 médicos de todas ideas y de diversas naciones, reunidos en asamblea, de- clararon e hicieron publica esta declaracién: «Las curaciones de Lourdes se producen por una accién particular que no puede racional- 22
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