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Mientras se celebraba en Nevers, con gran solemnidad, el Triduo’ solemne en honor de la recién Beatificada y en el momento de ser trasladadas las reliquias, fué suibitamen- te curado el Arzobispo de Cartago, Excelen- tisimo Sr. Lemaitre, de una disenteria ami- biana, contraida diez amos antes en las Misiones del Sudan, y que ponia en peligro su vida. En 1928, en el Convento de Religiosas del Buen Pastor de Lourdes, la joven Religiosa Sor Maria de San Fidel era sibitamente cu- rada de una espondilitis en la médula dor- sal, al terminar una novena a la Beata Ber- nardita. Los dos milagros fueron aprobados por S. S. Pio XI en Decreto leido el 31 de mayo de 1933; y el 2 de julio, en el nuevo Decreto, llamado, de tuto, declaraba el Santo Padre que nada se oponia a la Canonizacién de la Beata Bernardita. Llegé el 8 dé diciembre de 1933; precedido del cortejo mas solemne que pueda sofiar la imaginacién, penetré en la Basilica Vaticana Su Santidad; sentado en el trono ante el altar de la Catedra de San Pedro, como Maestro infalible de la Iglesia Universal y con la ple- nitud de su poder apostdélico, pronuncié pala- bras solemnes, declarando era Santa la Vi- dente de Lourdes, la Beata Bernardita, palabras recibidas con jubilo por los hijos de la Iglesia. Admirable Providencia de Dios; en este afio se conmemoran: el Afio Santo jubilar, aniversario de la Redencién, y el Jubileo de las Apariciones de Lourdes; la Inmaculada, unida al Salvador del mundo, para continuar la obra luminosa de la Redencién, y esa Vir- gen Inmaculada, en el mismo dia de su festi- vidad. eleva a los altares a la que setenta y WV