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nuestras culpas pasadas? Llenos de la ma- yor confianza os pedimos, Sefior, que diri- jais una mirada compasiva sobre vuestra esposa la Iglesia: miradla, Sefior, tan per- seguida, y protejedla. Atended, Sefior a los ruegos de vuestro Vicario en la tierra, el Romano Pontifice: conservadlo, fortaleced- lo y defendedlo de todos sus enemigos. Ilu- minad, Sefior, y guiad a nuestros obispos y a nuestros sacerdotes: santificadlos y de- denfedlos. Mirad propicio, Sefor, a nues- Re tros religiosos y religiosas: afianzadlos en sus propositos, y haced que crezcan en la perfeccién. Sostened en la virtud a vuestros fieles y devotos: amparadlos siempre, Se- fior. ¢Quién sino Vos, que sois Padre om- nipotente, puede librarnos de las plagas que nos amenazan? Defendednos, Sefior, en nuestras luchas de cada dia; infundidnos : vuestra fortaleza contra el mundo, contra el demonio y contra la carne. Ilustrad, Sefior, el entendimiento de los incrédulos, llaman- dolos al conocimiento y observancia de vues- tra santa ley, para que, iluminados por la luz de la verdad y abjurando las tinieblas del error, se hagan merecedores de vuestra misericordia. Escuchad bondadoso, Sefior de => la Buena Esperanza, la siplica que hoy os dirigen estos vuestros devotos hijos: alcan-— zadnos las gracias particulares que os pedi- ~ mos para nosotros y para los nuestros, pa- ra que siempre podamos cantar vuestras mi- sericordias. Y dad, Sefior, el descanso eter- no a las benditas almas del Purgatorio, es- se IE os