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A IOMA OMA MOMO OO E SABADO UNDECIMO LA RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO Después que fué sepultado el cuerpo del Salvador, los judíos le dijeron a Pi- latos: Nos hemos acordado que esté Seduce- tor dijo mientras vivía: resucitaré al ter cer día. Dad, pues, orden de que se guar- de el sepulero, no sea que sus discipu los lo roben Y digan que ha resucitado. Y Pilatos contestóles desdeñosamente: guardias teners, guardadlo como sabeis. Marcharon los judíos poco satisfechos con esta respuesta; reunieron un buen uúmero de soldados y montaron la fuer za en el sepulero; la puerta fué sellada con el sello oficial. Tomadas todas es tas precauciones sonrieron con la sonri sa del triunfo, Mientras duraba el Sábado las santas mujeres, retiradas en sus casas estaban compartiendo los dolorosos sucesos del Viernes. Al llegar la mañana del do

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