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lió permiso a la muerte para que Ta a cerrar sus ojos. EJEMPLO La Srta. María Luisa Calviño hallá- base atacada y casi consumida de des- conocido e incurable mal. Sometióse al tratamiento de los más renombrados mé- dicos entre los que se encontraba su her- mano el doctor Calviño; mas todos se declararon impotentes para curar su do- lencia. Perdida toda esperanza en lo hu- mano de recobrar su untiguo bienestar, hizo voto de organizar una peregrinación al Santuario de Nueva Pompeya si con- seguía la salud, Apenas hubo formulado este voto y petición se sintió completa- mente sana, sín haber vuelto a sufrir hasta el presente el más ligero resabio de su antigua enfermedad. ObseqUuIO. — No desconfiar en los su- frimientos de la bondad de Dios. Oración. — Soberana Reina del Ro- sario de Pompeya. Por aquella angustia mortal que sentisteis al pie de la eruz y por aquella suave emoción que expe-