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DARA INOOEACAADA SABADO DECIMO CRUCIFIXIÓN Y MUERTE DE «JESUCRIS En nada se diferenciaba la eruz Salvador de las destinadas a otros denados. Ni siquiera quisieron evita la humillación de un suplicio vulgi Desnudáronle brutalmente y mandáro tenderse sobre la eruz. Jesús dobló 1 rodillas y tendióse sin decir palabra Adaptaron sus manos al madero y | verdugos las clavaron con gruesos claw Saltó la sangre, se contrajeron los dos y de sus labios salió un suspiro. rrible estremecimiento agitaba todo | cuerpo, mientras ajustaban sus pies. tronco del árbol maldito. ¿Qué les Y Luego los martillos hundieron en y en la eruz un clavo. Satisfechos los verdugos se levantan diciendo con burla: Ahora, Galileo, enclávate, si eres Hijo de Dios. Al

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