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EJEMPLO Entre los fieles que asistieron a una de las peregrinaciones anuales a es Santuario se hallaba la señorita Angela érez Fernández, domiciliada en la ca- lle Garay 3207. En un est rito pidió a la Virgen la salud de su cuerpo. A los vein- te días volvió de nuevo a visitar a la Virgen sumamente agradecida. Oigámos- a cómo se exvresa. “Vengo a cumplir la promesa que hice a la Santísima Virgen de Pompeya el día de la peregrinación. Yo arrojaba contínuamente sangre por ia boca, mi estómago rechazaba todo ali- mento. mi debilidad era tan grande, que ni el más leve trabajo podía soportarlo. Desde el día de la peregrinación, en que hice la promesa y petición a la Virgen, no he vuelto a arrojar sangre, como de todo y mis fuerzas han aumentado de 1 tal modo en estos veinte días, que re lizo sin fatiga cualquier trabajo. La San- tísima Virgen de Pompeya me ha cura- do por completo.” En agradecimiento mandó que a su costa hubiese encé ndida una luz ante la Virgen por espacio di dos años.