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desde el cual está siempre dispuesta a socorrer a las almas, que llegan hasta él en busca de consuelos en sus aflie- ciones. Esta celebridád tan grande que ha conquistado este Santuario por los fa- vores: sin cuenta que en él ha derrama- amando la Santísima Vir- gen, bajo la advocación de Nueva Pom- do y sigue der peya, fué el motivo eficaz por el que la Santidaa del Papa Benedicto XV concediera la debida autorización para que se procediera a la solemne Corona- ción Pontificia de esta milagrosa ima- gen; coronación que se efectuó el día 19 de agosto del año 1922, con una pompa y solemnidad nunca vistas en esta Re- pública, y que fué presenciada con el mayor orden y respeto por más de cien- to veinte mil personas, que en el acto de «la coronación aclamaron a la Virgen de Pompeya por su Madre y Reina. La Coronación Pontificia de esta mi- lagrosa imagen marca una nueva etapa en los anales de este Santuario. Si has- ta entonces eran muchos los devotos y grandes las gracias que la Santísima Vir-

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