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Tomaré el Pan celestial, e invocaré el nombre del Sefior. Repite entonces tres veces las palabras del Cen- turién, que por su fe y grande humildad obtuvo la curacién de su siervo. El ayudante toca la cam- panilla las tres veces. ENoR, yo no soy digno de que entres en mi casa; pero mandalo con tu palabra, y mi alma sera sana. El sacerdote toma el Cuerpo de Jesucristo, di- ciendo: L Cuerpo de nuestro Sefior Jesucristo guar- de mi alma para la vida eterna. Amén. Luego pronuncia férmulas de accién de gracias, tomadas de los Salmos que canté Jests en la iulti- ma Cena. ON qué corresponderé al Sefior por todos los beneficios que de El he recibido? To- maré el Caéliz de la salud, e invocaré el nom- BS? bre del Sejfior. - Con alabanzas invocaré al Seftor, y quedaré ie libre de mis enemigos. El sacerdote sume la preciosa Sangre, diciendo: A Sangre de nuestro Sefior Jesucristo guar- de mi alma para la vida eterna. Amén. SORTA LOE ER NEED ee ay i

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