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oracién nos hace pedir nuestro pan di y las disposiciones de caridad para con Dios el préjimo, que son indispensables para recibir - damente a Jesucristo. Orémus - Praeceptis salutari- bus méniti, et divina institutiéne formati, au- démus dicere: El sacerdote extiende en la Hostia. Shia noster, qui es in celis: Sanctifi- cétur nomen tuum: Adyéniat regnum tu- um: Fiat volintas tua, sicut in celo et in terra. Panem nostrum quotidianum da _ nobis hédie: Et dimitte no- bis débita nostra, sicut et nos dimittimus debi- ‘téribus nostris. Et ne nos indticas in tenta- tiénem. Oremos Amonestados con preceptos saludables, — e informados por la en-— seanza divina (del mismo Cristo), — atrevemos a decir: — los brazos y fija sus ojos ADRE nuestro, que estds en los cie- los: Santificado sea tu. nombre: Venga — nos el tu reino: Haga se tu voluntad asi en la_ tierra como en el cielo — El pan nuestro de cada dia danosle hoy y perdénanos nuestras deudas, asi como nos otros perdonamos nuestros deudores. — no nos dejes caer la tentacién. é