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Formulas de Oblacién de la Victima a Dios La Victima esta inmolada sacramentalmente; el sacerdote va a ofrecerla al Padre, recordando el encargo de Jesis y los principales misterios de la ae enaaate Continaa con los brazos exten- oR esto, recordando, Sefior, nosotros sier- vos tuyos, y también tu pueblo santo, la bienaventurada Pasién del mismo Jesucristo, tu Hijo, Senor nuestro, y su Resurrecci de entre los muertos, como también su gloriosa Ascensién a los cielos: ofrecemos a tu excelsa Majestad, de tus mismos dones y dadivas, la Histia 5 pura, Hostia 3 santa, Hostia §{ inmaculada; el Pan 3K santo de la vida eterna, y el Caliz 3 de per- petua salvacién. * Si Dios acepté los sacrificios del Antiguo Testa- mento, figuras tan sdélo del Sacrificio del Calvario, con mayor motivo aceptara el del altar. <= los cuales dignate, Sefior, mirar con rostro propicio y sereno, y aceptarlos, como te dignaste aceptar los dones de tu siervo, el jus- to Abel, y el sacrificio de nuestro patriarca Abrahaén; y el que te ofrecié tu sumo sacerdote Melquisedec: sacrificio santo, hostia inmaculada. El sacerdote se inclina profundamente, y recuer- da que la hostia, inmolada en el altar de nuestras Iglesias, es aquel Cordero “inmolado” ie esta en el cielo ‘sles el altar de oro “delante del trono de Dios’. (Apoc. 8). Comulgar de tal Hostia es sen- tarse en la mesa del Padre celestial, con quien Je- - gucristo nos ha reconciliado mediante el sacrificio de la cruz y el del altar. Sse humildemente, Dios omnipo- Bs 6k tente, mandes que sean llevados estos do- - Sf

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