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El sacerdote bendice {excepto en las misas de difuntos) el agua, que representa a los fieles, y la mezcla con el vino que pronto serdn transforma- dos en la Sangre de nuestro Sefior Jesucristo, a fin de que, en la comunién, aquéllos estén unidos a Cristo como esta gota de agua lo esta con el vino. H Dios, que maravillosamente formaste la dignidad de la naturaleza humana, y mas maravillosamente la restauraste: danos por el misterio que representa la mezcla de esta agua y vino, participar de la divinidad de Jesucristo, Hijo tuyo y Seftor nuestro, pues El se digné participar de nuestra humanidad: el cual, sien- do Dios vive y reina contigo en unidad de Es- piritu Santo por todos los siglos de los siglos. Amén. El sacerdote ofrece el cdliz, que coloca en segui- da, haciendo con él la sefial de la cruz sobre el altar. Con Jests ofrezc4monos a Dios. os Sefior, el cdliz de Ja salud, implorando tu clemencia; para que suba con suave fragancia hasta la presencia de tu divina Majestad, por nuestra salyacién y por la del mundo entero. Amén. El sacerdote dice inclinado, la oracién de los tres jévenes Hebreos en el horno de Babilionia. Digd- mosia con 61, ofreciéndonos en el ‘altar juntamen- te con Jests, que luego vendrad a la Hostia con- sagrada. EcisENos, Sefior, al presentarnos a Ti con espiritu humillado y corazén contrito; y el sacrificio que hoy te ofrecemos, oh Sefior Dios, llegue a tu presencia, de manera que te sea grato. pe oe