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Ro CAPÍTULO X. €l punto de apoyo. Elías tenía que subir una gran mon- taña, y desfallecido hubiera sucumbido sin el manjar misterioso, para caminar por espacio de cuarenta días. Es imposible caminar hácia arriba sin la fuerza del pan eucarístico. Jesucristo lo instituyó con el pensamiento fijo en el cielo, y llamó «pan celestial.» Panem cceli dedit eis.» Es pan celestial, porque mana del cielo, porque conduce al cielo y porque es en la tierra un reflejo de la visión del cielo..... Ese es nuestro punto de apoyo. Ved aquí un principio inconcuso, «del Tabernáculo al cielo.» Los que tratan de ligar la humanidad á este fatal destino de la vida, borrando todo aspecto sobre- natural de nuestras visiones del porve- nir, no conocen el Tabernáculo..... Los templos son llamados «teatros de