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Capítulo 1X. 75 mencio y los suyos, por Apolinar y Gun- ther. No. No tenemos el dualismo de almas, pero sí el dualismo de tendencias encar- nado en la naturaleza..... Existen todavía defensores de una ni- velación mentirosa entre el espíritu, el mundo y la humanidad; son ciegos ins- trumentos del pecado. El hombre, ó vi- ve sobre el mundo, Ó baja al mundo..... ó subiendo ó bajando..... No hay térmi- no medio de nivelación..... El gran de- fecto de la época, procede del descono- cimiento de esto, de la deformación del espiritu, Ó francamente, de la negación de lo sobrenatural. Subamos, pues; pero ¿cómo?
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