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70 Mirando al cielo. bre un aeroplano singular, porque debe volar y volar muy arriba. Cuando el sacerdote al prepararse en el cánon para la consagración, dice: «Sursum corda», nos señala un deber y al mismo tiempo una necesidad. Todo conspira contra esta necesidad, la época, la corrupción natural y las con- diciones en que nos desenvolvemos en el órden educativo. Los grandes representantes de la Edad Media, en lo que tenían de grandes eran las almas que miraban arriba. San Francisco de Asís, Santo Domin- go, San Luis de Francia, Jordán de Sa- jonia, Enrique Suzón, Fray Angélico, Inés de Montepulciano, Catalina de Se- na, Gertrudis, Santa Matilde y otras E Mucho se ha escrito en son de crítica sobre nuestro Alfonso X, que por mirar demasiado al cielo, se le cayó la corona. No, nunca se pierde una corona por bus- car otra más hermosa allá arriba....... La ventana por donde hemos de mi- rar arriba para orientarnos en la ascen- sión, es la Hostia pura; por esa ventana se entrevé el cielo! APT pa = =>

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